LA AVENTURA DE LA ÓPERA PARA CHICOS
¿QUÉ ES “¡NADIE DUERMA!”?
“¡Nadie duerma! Disparate lírico en un acto” es una historia de amor, amistad, tolerancia con lo desconocido y compañerismo. Es un espectáculo de 1 hora de duración interpretado en vivo por cuatro cantantes líricos –un tenor, un barítono, una soprano y una mezzosoprano– y una pequeña orquesta (cuya formación variable puede ir desde un piano, un violín y dos percusionistas, hasta un ensamble de 14 músicos). En él, un príncipe y un peluquero se embarcan en la aventura de la ópera para rescatar a una princesa que no conocen. Siguiendo la aventura del Príncipe Calaf (inspirado en Turandot, la última ópera del célebre Giacomo Puccini), los chicos conocen de primera mano 20 fragmentos icónicos del repertorio lírico universal.
Los fragmentos de música operística cantados están adaptados al español, siguiendo la línea argumental del viaje de Calaf pero respetando en su gran mayoría la trama original narrada en esos pasajes. El espectáculo está escrito con una doble lectura: para público infantil y adulto, de manera que tiene la capacidad de cubrir un amplio rango de edades para desarrollar lo que se convierte en un viaje iniciático al mundo de la música clásica. Al mismo tiempo, plantea dilemas relevantes para el público infantil: el clivaje entre el bien y el mal, el temor a la oscuridad, el valor y enfrentamiento de los propios miedos, rehuyendo en todo momento de las simplificaciones y los lugares comunes que muchas veces impregnan las obras para niños.
¿POR QUÉ ÓPERA PARA CHICOS?
Frente a tantas malas noticias que reciben los chicos en la casa o en la escuela (por la crisis económica, la pandemia o incluso ahora la guerra en el mundo), que a los chicos impactan de manera especial generando miedo e incertidumbre, las grandes óperas de maestros del teatro y de la música occidental tienen la capacidad de ofrecer un espacio de reflexión, donde se despiertan emociones, se reanudan ilusiones y hacen a los chicos sentirse parte de una experiencia colectiva compartida y generadora de confianza, que es una de las claves del desarrollo de la autoestima y la capacidad de adaptación. Porque el arte, por sobre todas las cosas, brinda la posibilidad de transformar el dolor y las experiencias traumáticas, en belleza y sentido.
Dijo el compositor alemán Carl María Von-Weber, “la música es el verdadero idioma universal”. Y por eso es decisiva en la elaboración de propuestas pensadas para un público que muchas veces no logra verbalizar sus emociones, sus miedos y sus problemas. En la ópera, además, se conjuga el enorme rol del teatro a la hora de despertar la imaginación y reflexión en los espectadores. Aquello que el actor interpreta en el escenario genera identificación o empatía. Los chicos ya no están solos con aquello que les pasa. Hay otro que sobre el escenario representa lo que a ellos les sucede o lo que le sucede a un conocido. Así, el teatro se convierte en una experiencia que va mucho más allá de lo puramente estético. Los chicos estimulan la propia sensibilidad, enriquecen su calidad humana en su ejercicio como espectadores, complejizan el propio universo de valores, transforman miedos e incertidumbres en una catarsis teatral con contenidos del más alto nivel en términos musicales. Todo eso propone la obra “¡Nadie duerma!”.
¿QUÉ MÚSICA VAN A ESCUCHAR LOS CHICOS EN “¡NADIE DUERMA!”?
Veinte hitos de la música clásica.
Veinte hitos de la música clásica.
“Les voy a contar una historia…” (Barcarola. LOS CUENTOS DE HOFFMANN. Jacques Offenbach)
“¡Aiú Silver!” (Obertura. GUILLERMO TELL. Gioacchino Rossini)
“¡Siempre libre!” (Sempre libera. LA TRAVIATA. Giuseppe Verdi)
“¡Qué salsa!” (Stridi la vampa. IL TROVATORE. Giuseppe Verdi)
¡Nadie duerma!” (Nessun dorma. TURANDOT. Giacomo Puccini)
“¡Volvamos! ¡Socorro!” (Obertura. DON GIOVANNI. W. A. Mozart)
“¡Usted debe disfrazarse!” (All’idea di quel metallo… EL BARBERO DE SEVILLA. Gioacchino Rossini)
“Cuando cocino costilla…” (Seguidille. CARMEN. Georges Bizet)
“Y me darás la mano” (Là ci darem la mano. DON GIOVANNI. W. A. Mozart)
“Bella bruja del amor” (Bella figlia del’amore. RIGOLETTO. Giuseppe Verdi)
“Cuando voy a la casa de mi tía…” (Vals de Musetta. LA BOHÈME. Giacomo Puccini)
“Tormenta” (Temporale. LA CENICIENTA. Gioacchino Rossini)
“¡El toro!” (Obertura. CARMEN. Georges Bizet)
“¡Toreador!” (Votre toast! CARMEN. Georges Bizet)
“Es hora de despedirnos” (Coro Bocca chiusa. MADAMA BUTTERFLY. Giacomo Puccini)
“Tu amor se abre a mi voz” (Mon coeur s’ouvre a ta voix. SANSÓN Y DALILA. Camille Saint-Saëns)
“¡Ay! ¡La pesadilla!” (Obertura. EL HOLANDÉS ERRANTE. Richard Wagner)
“Mi dulce gitana…” (O soave fanciulla. LA BOHÈME. Giacomo Puccini)
“Esta es la historia…” (Barcarola. LOS CUENTOS DE HOFFMANN. Jacques Offenbach)
“¡Bebamos!” (Libiam. LA TRAVIATA. Giuseppe Verdi)
En “¡Nadie duerma!”, la ópera dispara su contenido inmortal a los chicos del siglo XXI, que toman contacto con los más grandes compositores de la música occidental, apropiándose de un patrimonio cultural que les pertenece y que tienen el derecho de conocer.
¿POR QUÉ EL TEATRO ES UNA INSTANCIA DE FORMACIÓN?
Dice el dramaturgo Arthur Miller, “el teatro es el arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma”. En efecto, en el teatro los espectadores están solos. Y en este caso, los chicos también. Más allá del personal docente o de los compañeros que los puedan acompañar, cada uno vive en la butaca la obra en silencio y de manera individual. Pero no están solos como pueden estarlo frente al bombardeo incesante de las pantallas digitales. Se adentran en un espacio alternativo para inscribirse en una ceremonia en donde un actor o grupo de actores interpreta exclusivamente para ellos. Sobre el escenario, lo que se hace presente es real y tal vez hasta les resulte familiar. Tal vez aquello que le sucede al personaje, es lo que a ellos les pasa, pero no podían verbalizar. O tal vez lo que le sucede al personaje les provoca empatía. Y para atravesar esa emoción y esa experiencia como espectadores no tienen a nadie -ni influencer, ni youtuber, ni tiktoker, ni siquiera un docente- que dirija sus emociones y les indique qué deben sentir. Están solos para procesarlo.
A través del teatro, “espejo de humanidad” en palabras de Shakespeare, el actor arroja al público una pregunta que cada uno procesa de manera individual. El escenario les devuelve un espejo en el que pueden reconocerse distintos. La formación de un espectador, es también la formación de alguien que tiene la capacidad de atender, la capacidad de esperar, de escuchar y, por sobre todas las cosas, la capacidad de comprender a otro y de elaborar un pensamiento propio.
El teatro invita a la reflexión, a la empatía, al entendimiento mutuo, hace al desarrollo de la convivencia y la tolerancia, y por lo tanto también a la gestación de valores ciudadanos.
REPERCUSIONES
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FRAGMENTOS DE GRANDES ÓPERAS, PARA LOS CHICOS EN UN FESTIVAL DEL KONEX
Juan Garff – La Nación
María Jaunarena presenta este fin de semana ¡Nadie duerma!, un disparate lírico que apunta a acercar a los pequeños al teatro y a la música clásica.
+ INFO
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DISPARATE LÍRICO EN EL KONEX
Marisa Rojas – Club Planetario
Un príncipe que resuelve enigmas y un peluquero, nieto de un afamado barbero, protagonizan una aventura que invita a chicos y chicas a descubrir el reino de la ópera en compañía de un ejército de músicos.
+ INFO
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ENTREVISTA EN RADIO CIUDAD
Programa “Haciendo pie” con Jorge Sigal y Santiago Kovadloff
+ INFO
ALGUNAS CANCIONES DE ¡NADIE DUERMA!
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“Cuando cocino costilla…” (Seguidille. CARMEN. Georges Bizet)
“¡Nadie duerma!” (Nessun dorma. TURANDOT. Giacomo Puccini)
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